SUPER RETARDED DOG III (Amigos para siempre)

Así a lo tonto y como quien no quiere la cosa y sin más ni más, ya estábamos en 1992, el puto año más megaimportante de la hostia-historia de esta bendita patria. La gente lo flipaba con las olimpiadas y con la Expo, a mí lo que de verdad me hacía ilusión era que Madrid fuera la capital europea de la cultura, que parecía el hermano pobre de los acontecimientos, pero como yo era pequeño y no podía viajar, era la única oportunidad que tenía para presentar a Pipi en sociedad y que hiciera una demostración de las suyas con el mundo de testigo. ¿Acaso lo que hacía Pipi no era cultura? ¿No atraería al turismo? Estaba claro que podía interesarle a las autoridades, así que moví mis hilos, recurrí a mis contactos, a lo que vulgarmente se conoce en esta bendita patria como “enchufe”, un conocido de mi padre que era bedel en el ayuntamiento de Guarromán, provincia de Jaén, sin duda la persona más importante que conocía. Le llamé por teléfono
GAFAS QUE ME ESTAFAS: Hola, ¿puedo hablar con el bedel del ayuntamiento de Guarromán? Es la persona más importante que conozco.
BEDEL DE GUARROMÁN : Soy yo ¿Quién va?
GAFAS QUE ME ESTAFAS: ¿Quién va a dónde? ¿Yo?
BEDEL DE GUARROMÁN: ¿Quién e? ¿Qué cojones quies?
GAFAS QUE ME ESTAFAS: Soy hijo de Aurelio, el que hizo la mili con usted, que me dijo que se colocó usted en el ayuntamiento y era para pedirle un favor, ¿sabe usted quién es Superman?
BEDEL DE GUARROMÁN: ¿Qué? ¿Quién anda por ahí?
GAFAS QUE ME ESTAFAS: Pues yo tengo al Superman de los perros y quiero llevárselo para que se lo enseñe al alcalde de allí y luego al alcalde de Jaén y luego al alcalde de Andalucía, y luego al alcalde de la bendita patria España y luego al presidente del mundo.
OTRA PERSONA: Niño, deja de molestar, este hombre consiguió la oposición porque le daban más puntos por no tener raciocinio.
He dicho “bendita patria”ya tres veces porque así fue como una perra (mi Pipi) me enseñó a denominar a España, sobre todo cuando adoptaba la voz de Isabel Tocino. De tanto hablar como esta perra, a Pipi empezó a crecerle una melenita dorada la mar de mona.

Estaba guapa, me recordaba un poco a uno de los mitos eróticos de mi infancia, la versión zorrona de Olivia Newton John – Sandy en Grease, pero vamos, eso tampoco significa que se me pasara por la imaginación follármela, ya que las últimas palabras de mi abuelo ”el preso” en su lecho de muerte fueron: “Si te follas algo de otra especie procura que no sea demasiado pequeño, porque te vas a empeñar en que quepa y como al final quepa y la cosa explote, te va costar un buen disgusto por culpa de los fanáticos de la sociedad protectora de animales”. Aún así era obvio que estaba empezando a idealizar a esa perra, que cualquier cosa que me dijera iba a ser ley. Esta fue la única vez que no obedecí: “Tú me ves perfecta querido, pero no lo soy, disto mucho de ser zen, tengo un punto débil que te he ocultado, soy nerviosa y a ratos arisca ¡Aunque siempre genial! ¡Deja de comportarte como un tonto impresionable e idólatra!” La verdad es que estaba cambiando y yo no quería darme cuenta. Un día que estábamos paseando, sin mediar palabra, dio un salto y se me subió al hombro, me ordenó que me acercara a un coche, le hizo un puente, me ordenó que entrara en el asiento del copiloto y se puso a conducir. Era muy extraño ver conducir a un chihuahua, ¿Alguna vez habéis visto algo que es físicamente imposible que suceda? ¿No? Pues yo sí y os creéis que mola, pero no es así, no mola un cacho. Le pregunté que dónde íbamos y me dijo: “Vamos a Barcelona, mañana es la ceremonia de inauguración de las olimpiadas, ahí es donde me voy a presentar al mundo, no en la mierda de la capital europea de la cultura de Madrid”. Y nada, llegamos al estadio olímpico, nos infiltramos en la ceremonia como dos voluntarios más y mientras estábamos escuchando las últimas indicaciones de los jefazos de La Fura dels Baus, que, como están acostumbrados a la cosa rara, no les extrañó en absoluto nuestra presencia. Mientras nos adentrábamos en el estadio Pipi me confesó algo: “¿Sabes cuál es mi punto débil? No, porque no te lo he dicho, pues me pirra el Perico, la nieve, la farla, la cocaína ¿CAPICHI?” Ya comenzaba a extrañarme que se expresara como un idiota, no era la Pipi que había conocido.

Siguió decepcionándome: “Mira chaval, yo no soy de aquí, no me refiero de la bendita patria España, yo soy del planeta Fascio, que está ocho o nueve galaxias a mano derecha de Andrómeda. Allí somos todas rubias de bote, de Alianza Popular y muy yonkis. En nuestro planeta las montañas son de farlopa, los mares de LSD, los pájaros de éxtasis y los autobuses de heroína, pero somos unas ansiosas y se nos están acabando los recursos , por eso venimos a la Tierra. ¿Te acuerdas cuando en Super Retarded Dog I (La batalla de los panes y los penes) miraba a la nada y me daba cabezazos contra la pared?, pues es porque tenía un monazo que lo flipas”. Ya empezó la ceremonia, yo casi sollozaba, pero Pipi me obligó a guardar silencio entre amenazas veladas. Los de la Fura sacaron el cacharro ese moderno gigante y metálico que movía mucho las manos y los pies y un rayo cayó del cielo y lo detuvo todo. ¿Era el Dios del buen gusto? No, era una nave espacial y como decía, el tiempo se detuvo, sólo Pipi, la nave y yo podíamos movernos. Pipi me dijo: “Mi misión en la tierra ha acabado, he comprobado que la cocaína está mu rica y ahora vienen a sustituirme, te he cogido cariño gafotas, te echaré de menos”. Antes de que Pipi subiera, de la nave descendieron dos figuras femeninas y rubias de bote, cuyo rostro no reconocí. Pipi me las presentó : “ Ella es la comandante Cuca García de Vinuesa, todas las hembras de mi planeta son como ella. Él es el comandante Isabel San Sebastián, todos los machos en mi planeta son como él. Parece un poco una mujer según vuestros cánones, pero tiene más rabo que el Diablo. Su misión en la Tierra son dos: 1) Ponerse hasta las trancas de farlopa y 2) Evangelizar tu país de aquí a 1996 para que Aznar gane las elecciones a la tercera que al muy inútil le pasa como a Rajoy en el futuro, que se lo tienen que poner los putos sociatas a huevo. Me voy, échales una mano o te atormentaré por las noches”. Y la nave abdujo a Pipi y se piró y las otras dos putas se escondieron en la multitud como serpientes y el tiempo volvió a activarse y la ceremonia continúo y yo fui a mi casa en taxi, que lo pagó mi padre y mi padre me pegó una hostia cuando le explique lo que había pasado . Y Pipi me atormenta todas las noches desde entonces, porque soy de izquierdas.